PABLO MARTÍN JONES
Baile Entero
Empecemos por imaginar cómo sería nuestra música actual si hubiésemos mantenido vivos ciertos ritmos tradicionales de la península y estos formasen parte de nuestra realidad musical de manera natural.
¿Qué relación tendríamos con estos ritmos? ¿Cómo los escucharíamos? ¿Los bailaríamos? ¿Y cómo los bailaríamos? ¿Sabríamos dónde empieza y dónde acaba el folclore? ¿Si versionásemos o alterásemos ritmos tradicionales, estaríamos haciendo folclore?.
Estas son algunas de las preguntas que subyacen en el proyecto de investigación y creación musical ‘Baile Entero (*)’ donde Pablo Martin Jones utiliza los ritmos tradicionales como punto de partida sobre los que buscar, intervenir y evolucionar, erosionar o cuidar, como si la historia, los años y la vida lo hubiera hecho.
Ritmos interpretados de la manera tradicional ( y con los instrumentos tradicionales) que después son intervenidos, desarrollando, perturbando y transformando su sonido en algo nuevo, con el doble objetivo de no perder su carácter como motor primario de la música y del baile, y de que el resultado nos resuene como algo propio.
Un trabajo que invita a compartir esta búsqueda a creadores de distintas disciplinas, desde coreógrafos que reflexionen sobre el movimiento y ayuden a poner en pie(s) un nuevo baile, a artistas visuales que generen un marco visual que recontextualice toda esta no tradición, con el objetivo de presentar un espectáculo (concierto, baile, rave, performance).
El baile entero de Peñaparda, de la comarca del Rebollar (Salamanca)-el único pueblo de donde se toca el Pandero Cuadrado con porra y mano en lugar de con las dos manos, que es como se toca normalmente en la frontera con Portugal, en León, Zamora, Asturias, etc-consta de tres fases con ritmos bien diferentes, la última de las cuales se divide a su vez en dos: se trata del Ajechao, que dura cuatro vueltas; el Salteao o Sorteao, de idéntica duración; y el Fandango, que se divide en dos vueltas para el Corrido y otras dos para el Brincao.
Nace en Madrid en 1980, hijo de un guitarrista flamenco y una bailaora, ambos estadounidenses afincados en España. Rodeado de música desde joven, comienza a interesarse especialmente por la percusión, profundizando en varios instrumentos y estilos, aunque el flamenco y el folclore ibérico suponen su principal fuente de inspiración. De forma paralela, su universo sonoro se va ampliando hasta incluir en él básicamente todo lo que suena, al tiempo que comienza a explorar el mundo de la electrónica. Durante este periodo ha colaborado con un buen puñado de artistas de muy diversas disciplinas y estilos, a su vez, desarrolla una cada vez más prolífica carrera como compositor para danza, artes escénicas y audiovisuales.